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El colorido martín pescador

El colorido martín pescador

El colorido martín pescador

UNA “flecha viviente” de color turquesa o azul eléctrico se zambulle en un arroyo y sale volando con un pez en el pico. Así es como suelen recordar las personas la primera vez que vieron un martín pescador, un vistoso pájaro de cabeza y pico grandes en proporción con su cuerpo. A pesar de su nombre, no a todos los miembros de esta familia de aves les gusta el pescado. Algunas especies prefieren lagartijas, pequeñas serpientes, cangrejos e insectos, y a menudo capturan a estos últimos en pleno vuelo. Además, solo la tercera parte de los martines pescadores del mundo viven cerca del agua. Sus hábitats son muy variados: desde los densos bosques tropicales hasta las islas coralinas y los desiertos. Por ejemplo, el martín pescador dorsirrojo vive en el desierto del interior de Australia.

Las especies que pescan lo hacen con verdadera pericia. Por lo general, el pájaro observa con paciencia desde una rama. Cuando ve un pez, se prepara para el salto e instintivamente hace los ajustes visuales necesarios para evitar que la refracción de la luz le haga calcular mal la posición de su presa. Entonces se lanza hacia el agua batiendo las alas rápidamente para cobrar velocidad. Si el pez está cerca de la superficie, el pájaro no tiene más que sacarlo con el pico. De lo contrario, el martín pescador gira las alas hacia atrás y se deja caer en picado como una flecha que atraviesa el agua. “El proceso completo es un despliegue de extraordinaria habilidad que se realiza sin vacilación y sin errores”, señala el libro The Life of Birds (La vida de las aves). Los martines pescadores son capaces de atrapar más de un pez al mismo tiempo. En las regiones frías se les ha visto traspasar una capa fina de hielo para capturar a su presa. En Australia, a veces se ha observado que cuando los ornitorrincos revuelven el agua de algún río en busca de pequeñas presas, aparece súbitamente un martín pescador azul y se las lleva.

El cortejo y la preparación del nido

Los rituales de cortejo del martín pescador suelen ser bastante entretenidos. Algunas especies forman pareja persiguiéndose por el aire. Después, el macho hace un despliegue de su capacidad para excavar un nido. El cortejo también pudiera incluir alimentar a la hembra con un sabroso bocado, con lo cual el macho da a conocer sus aptitudes.

Los martines pescadores no construyen nidos típicos. Algunos se instalan en una especie de cámara al final de un túnel que excavan en una ribera, una zanja o una pendiente arenosa. Otros aprovechan alguna madriguera de conejo o el hueco de un árbol.

Para formar la cavidad en el suelo, el martín pescador hace un túnel de aproximadamente un metro (dos o tres pies) de longitud. Claro, empezarlo no siempre es fácil. Hay especies que lo hacen volando directamente hacia la ribera con el pico extendido hasta chocar contra ella. Dicha estrategia es muy peligrosa, pues puede aturdir o incluso matar al pájaro. En los bosques tropicales de Nueva Guinea y del norte de Australia, el alción colilargo silvia suele excavar un hoyo en un termitero. Parece que los insectos toleran esta intrusión y sencillamente reparan los daños cuando los pájaros desocupan el lugar.

Criar a los polluelos también puede representar mucho trabajo. Un observador en África vio a una pareja llevar entre sesenta y setenta peces todos los días a sus polluelos, además de alimentarse ellos mismos. En otro caso, un macho crió a su nidada a pesar de que su pareja había muerto cuatro días antes de que los polluelos salieran del cascarón. En algunas especies hay ejemplares que, cuando no están criando, ayudan a los progenitores a incubar los huevos y a cuidar de los pequeños.

Desde Irlanda hasta las islas Salomón

El territorio del martín pescador común se extiende desde Irlanda en el noroeste, a través de toda Europa y Rusia, hasta las islas Salomón en el sureste. Dado que en algunas de esas regiones las temperaturas invernales bajan hasta el punto de congelación, esta especie es una de las pocas que hacen viajes migratorios, algunos de casi 3.000 kilómetros (2.000 millas). Muchos martines pescadores, entre ellos los comunes, los píos y los de Esmirna, se encuentran en Israel al lado del mar de Galilea y a lo largo del río Jordán. Es muy probable que Jesucristo observara estas joyas voladoras y sus costumbres (véase el recuadro  “Observen atentamente las aves del cielo”).

Un martín pescador muy conocido es la cucaburra sonriente de Australia. Esta especie de color café mide unos 43 centímetros (17 pulgadas) de largo, tiene un pico fuerte de 8 centímetros (3 pulgadas) y es un ave que se encuentra comúnmente en los jardines de Australia. Conocida por su “risa” escandalosa y mordaz, la cucaburra es una intrépida cazadora cuya dieta incluye serpientes de hasta un metro (tres pies) de longitud. *

Aunque los martines pescadores tienen pocos enemigos naturales, su población disminuye cuando se contaminan los ríos o se destruyen los hábitats forestales. De hecho, hay unas veinticinco especies de esta ave que figuran entre las categorías de bajo riesgo de extinción y grave peligro de extinción. Se espera que las medidas de conservación ayuden a proteger a estas hermosas e interesantes aves.

[Nota]

^ párr. 11 La cucaburra de alas azules, que habita en el norte de Australia, no se “ríe”.

[Ilustración y recuadro de la página 17]

 “OBSERVEN ATENTAMENTE LAS AVES DEL CIELO”

Jesucristo fue un observador atento de la naturaleza, y a veces utilizaba lo que veía en ilustraciones bien pensadas que enseñaban verdades morales y espirituales. Por ejemplo, él dijo: “Observen atentamente las aves del cielo, porque ellas no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; no obstante, su Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes más que ellas?” (Mateo 6:26). ¡Qué conmovedora lección del amor que Dios siente por su creación humana!

[Ilustración de la página 16]