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LOS JÓVENES PREGUNTAN

¿Cómo puedo resistir la presión para tener sexo?

¿Cómo puedo resistir la presión para tener sexo?

 “Cuando iba a la escuela, si alguien contaba que había tenido sexo, todo el mundo quería hacer lo mismo para no quedarse atrás. Después de todo, ¿quién quiere ser el raro?” (Elaine, de 21 años).

 ¿Alguna vez te has sentido presionado para tener sexo solo porque parece que todo el mundo lo hace?

 ¿Te ha presionado alguna vez la persona a la que quieres para tener sexo?

 Si alguna vez te has sentido presionado —por otros o por tus propios deseos—, este artículo te puede ayudar a resistir esa presión y a tomar buenas decisiones.

 Mitos y realidades

 MITO: Todo el mundo tiene relaciones sexuales menos yo.

 REALIDAD: Según una encuesta, dos de cada tres jóvenes de 18 años dijeron que ya habían tenido sexo. Pero eso significa que muchos —más del 30 %— aún no han tenido. Así que no “todo el mundo” ha tenido relaciones sexuales.

 MITO: El sexo fortalece la relación de pareja.

 REALIDAD: Eso es lo que algunos jóvenes le dicen a su novia para convencerla de que tengan sexo. Pero la realidad es que muchos terminan con su relación de pareja después de haberse acostado con su novia y, por lo general, la chica acaba furiosa y decepcionada porque pensaba que él la quería o que al menos había algo real entre ellos. a

 MITO: La Biblia prohíbe el sexo.

 REALIDAD: La Biblia habla bien del sexo, pero dice que solo es para un hombre y una mujer que están casados (Génesis 1:28; 1 Corintios 7:3).

 MITO: Si sigo lo que dice la Biblia, nunca voy a ser feliz.

 REALIDAD: Serás más feliz si esperas a casarte para tener relaciones sexuales porque te ahorrarás las preocupaciones, los remordimientos y las inseguridades que suelen producir las relaciones antes del matrimonio.

 Conclusión: Dejar las relaciones sexuales para el matrimonio nunca ha lastimado a nadie. Pero tener sexo antes sí.

 Resiste la presión para tener sexo

  •   Ten claros tus valores morales. La Biblia dice que las personas maduras “han entrenado su capacidad de discernimiento para distinguir lo que está bien de lo que está mal” (Hebreos 5:14). Como tienen claros sus valores morales, es más difícil que caigan ante la presión de otros.

     “Hago todo lo posible por hacer las cosas bien y tener una buena reputación. Así que por nada del mundo quisiera hacer algo que la dañe” (Alicia, de 16 años).

     Piensa en esto: ¿Qué clase de reputación te gustaría tener? ¿Estás dispuesto a sacrificar esa reputación con tal de darle el gusto a alguien?

  •   Párate a pensar en las consecuencias. La Biblia dice que “lo que uno esté sembrando es lo que cosechará” (Gálatas 6:7). Imagina cómo se vería afectado tu futuro y el de la otra persona si cedieras a la presión de tener relaciones sexuales. b

     “Las relaciones sexuales antes de casarse muchas veces causan sentimientos de culpa, remordimientos y hasta la sensación de que no te quieren de verdad. Y eso sin contar la posibilidad de un embarazo no deseado o una enfermedad de transmisión sexual” (Sienna, de 16 años).

     Piensa en esto: El libro Sex Smart (Sexo inteligente) pregunta: “Si tus amigos te presionan para que hagas cosas que pueden perjudicarte, ¿crees que son la clase de personas con la que deberías juntarte? ¿Crees que deberías escuchar sus consejos sobre asuntos importantes de la vida?”.

  •   Ten un enfoque equilibrado sobre el sexo. En sí mismo el sexo no es malo. De hecho, la Biblia dice que las parejas casadas deben disfrutar de ese aspecto de su matrimonio (Proverbios 5:18, 19).

     “El sexo es algo bonito que Dios creó. Él quiere que lo disfrutemos, pero solo es para las personas casadas. Por eso hizo el matrimonio” (Jeremy, de 17 años).

     Piensa en esto: Si algún día te casas, vas a poder tener relaciones sexuales. Podrás disfrutarlas plenamente sin tener que sufrir las malas consecuencias de las que hablamos antes.

a Claro, no siempre son los chicos los que presionan para tener sexo. En muchos casos son ellas las que lo hacen.

b Entre las consecuencias están los embarazos no deseados. Y, dependiendo de la edad que tengan los dos, puede haber problemas legales por tener actividad sexual con un menor.